miércoles, 7 de enero de 2009

GRITOS DE JUVENTUD

Gritos de Juventud



Los Jóvenes del siglo XXI como seres sociales


Es indudable que los jóvenes en este siglo van a tener un rol trascendental en la formación de un nuevo mundo, este debe ser de cambios sociales, de formación tecnológica, introducción en la política e incorporación en el liderazgo de las empresas y entes gubernamentales. Tener una visión humanista y ecológica para poder beneficiar a la sociedad en la cual se desenvuelve.

Todos sus esfuerzos deben ser dirigidos al entorno social, tener un concepto socialista “humanístico” y no político como el que conocemos a través de la historia, un socialismo más profundo con carácter de solidaridad, respeto y de superación personal, para esta forma poder cooperar con los demás, llevando consigo la igualdad de los recursos y oportunidades como la panacea de todas la inmoralidades e injusticias que enmarañan a la humanidad de este siglo.

Los jóvenes deben de prepararse moral e intelectualmente para poder afrontar los desafíos de las décadas que están por venir. Valerse de las oportunidades políticas, sociales y económicas para poder ir ocupando terreno en todos los ámbitos donde la sociedad sea la beneficiada. Debe ser una lucha decorosa y las principales herramientas serán la preparación profesional, la búsqueda de la fe interior, el reconocerse así mismo y tener el valor de actuar en el momento preciso. Desarrollando la madurez necesaria para que tal actuación no sea un fracaso para obtención un aprendizaje sino más bien un logro del conocimiento adquirido.

El rol que han de cumplir los jóvenes como legado personal se debe basar en la estrategia de mayorías para multitudes, de seguro se multiplicarán todos los esfuerzos y deseos, el de ayudar sin ningún interés de esperar recibir algo a cambio, claro que tampoco deben descuidar sus proyectos individuales de vida. Estos parámetros pueden dar una verdadera esperanza de cambios sustentables en nuestra sociedad sin desgastar los aportes de los jóvenes. Para un mejor entendimiento de lo que hablamos es de poner en practica es un socialismo total y exclusivamente humanístico.

En los estudios realizados para abordar este tema pude comprender que el socialista no se hace sino que nace, por ende la sociedad que demanda de él debe parirlo, pues las moralidades, mentalidades, voluntades, pensar y vivir de un individuo no se cambian por si solas y tampoco radicalmente. En la película “Diarios de Motocicleta”, del Brasileño Walter Salles, relata la vida de un joven estudiante de medicina que decide junto a otro amigo hacer un viaje por toda Sudamérica montados en una moto, a principio este viaje era solo de aventura para ellos, pero a lo largo del camino conocen y viven las injusticias, miserias y necesidades que empantanan al ser humano. Transformándolos en seres sensibles a la vida, viendo el mundo de otra manera, la verdadera, la real.

De esta forma la sociedad pujante con un gran dolor pare en ese momento a uno de sus mayores luchadores contra esas injusticias y flagelos, naciendo así el inolvidable Ernesto “Che” Guevara. Todos de tal forma necesitamos nacer en el sentido de abrir los ojos y conocer las necesidades de nuestra sociedad, abordar y profundizar los problemas que esta inviste, para que de alguna u otra manera la juventud pueda conocerlos y luchar contra esas adversidades.

De no vivir realmente las problemáticas de nuestra sociedad no podremos ver la realidad y el porqué hemos nacido dentro de ella, sus flagelos nos tragarían como la serpiente lo hace con un ratón.

El actor determinante de cómo se desempeñarán los jóvenes en el siglo XXI son los adultos. Conocedores del sistema de vida en el cual se desarrollarán, por ende ellos son los responsables de orientarlos en todas las fases cognoscitivas de la vida y no como sucede en muchos campos sociales donde se les apartan y desconocen sus habilidades y dotes por ser inexpertos, se les niega la oportunidad que tanto necesitan para desarrollarse y explotar el talento y energía que los identifican, inclusive a muchos le cierran las puertas en sus propias narices por no proceder o actuar como los adultos desean.

Todo lo que hacemos en nuestro entorno necesita un tiempo para poder practicarlo, ensayar y errar hasta lograr la finura que los jóvenes tanto buscan, el perfeccionamiento y la innovación. Por lo tanto el adulto es un vestigio fundamental para educar y acompañar al joven en sus roles y que éste se desempeñe correctamente, dándole paso para que adquiera cargos o posiciones de dirección y mando, pues éste es el relevo de él y por tal razón el futuro dependerá de ambos. He aquí la esencia de la vida nacemos para aprender, transformamos los recursos, innovamos, enseñamos esos conocimientos adquiridos en la vida y luego morimos.

Depende de nuestros hechos y legados seremos recordados por las futuras generaciones. Cuantas veces no habremos escuchado la frase “tu no puedes” o “no puedes aun estas muy joven”. La cuestión no es que pueda o no, es que los adultos deben de apoyar, educar y orientar a los jóvenes para que puedan alcanzar sus metas. Si los jóvenes crecen con la idea que no pueden realizar ciertas actividades por que le falta madurez posiblemente se esté perdiendo el tiempo dorado, donde está fértil de conocimiento pero fecundo de ganas y deseos de hacer e innovar.

¿Que pasaría si los adultos no entregan a sus relevos el bastón del conocimiento en el momento necesario para las transformaciones que la sociedad necesita, para “actualizase” y enmarcarse a cambios obligatorios que la vida misma demanda? Tendríamos un atraso social, que es lo que esta sucediendo en la actualidad, donde no hay suficiente tiempo para corregir, desarrollar nuevas ideas y proyectos, que tanto pasan por las inquietas mentes de los jóvenes, estancando su accionar a dispensa de la oportunidad que esperan de los adultos les proporcionen, entonces, las generaciones que vienen detrás de ellos casi pisando sus talones se encuentran con desastres sociales, ecológicos, económicos, entre otros, siendo aun así mas difícil reponer y reestructurar una sociedad fracturada por las vicisitudes causadas por el retraso en el traspaso de las responsabilidades.

En la actualidad nos encontramos con esta desdicha social, donde los jóvenes de hoy, se encuentran con los errores y acciones inconclusas de los jóvenes del ayer, creándose así un retraso de carácter innovador, trasformador y reorganizador de todas los proyectos necesarios para la reestructuración de las nuevas sociedades. Por ende los jóvenes son lo que tienen que cambiar ese paradigma, ese viejo pensar de que se es muy joven para hacer ciertas labores y que deben esperar un tiempo prudencial u obtener cierto grado de madurez para actuar. Hay que comenzar a erradicar todas las malas acciones que tienen a este planeta en rojo, casi llevado a la autodestrucción, apoyando y capacitando a las juventudes futuras a realizar y ejercer funciones necesarias para lograr un equilibrio y control de nuestros recursos.

Los jóvenes deben depender de los adultos hasta tal punto que ellos mismos se sientan preparados de arrancar su vida por si solos, y que ellos mismos sean los que decidan cuando es el momento oportuno para hacerlo, y no enmarcarse en un protocolo social donde todo se controla siguiendo ciertas pautas ya desactualizadas por la misma sociedad dejando atrás los beneficios de la renovación. Aquellos faraones del antiguo Egipto la mayoría fueron jóvenes y lograban conducir pueblos enteros, y de que hablar los que han defendido la soberanía de sus países que inclusive han tenido que ir a estúpidas guerras y hasta han muerto sin saber el verdadero porqué de ellas, entonces los jóvenes deben de buscar y obtener esa oportunidad que tanto necesitan, que es la de la liberación, por que los jóvenes son buscadores de tesoros, y buscan el tesoro mas preciado de todos, el de liberarse.

La juventud debe actuar lo más rápido posible, ya que, los jóvenes que están por venir van a solicitar y demandar su espacio para así desarrollar sus propias ideas. Algunos estudios estadísticos determinan que en el dos mil veinte es posible que la juventud sea el doble a la de la actualidad, y que para el dos mil cincuenta será el triple, entonces imaginemos a esa masa de individuos hambrientos como unos lobos feroces queriéndose devorarse todo aquello que se les atraviese para poder exponer y desarrollar sus ideas, por tal razón esta juventud, los actuales jóvenes deben proceder y tomar las riendas de sus vidas para desarrollar todos aquellos proyectos que tienen en sus mentes y no esperar ese tiempo “prudente” para actuar ante este mundo tan egoísta e injusto.

Debemos tener presente que todos los jóvenes desean oportunidades para crear su propio estilo de vida y entorno social, bajo un concepto innovador que ha caracterizado a todas las juventudes de todos los tiempos, es donde el adulto debe actuar protagónicamente cumpliendo el rol de educar y traspasar sus conocimientos a su relevo, alertando a los jóvenes que navegaran en las aguas mas profundas, frías y turbias de la envidia humana. Ya que ser joven es un privilegio, un tesoro que no perdura por mucho tiempo.

Una de las virtudes que más concentra el concepto de juventud, es la palabra innovación, cuando leí el libro “joven empínate” del maestro Luís Beltrán Prieto Figueroa reposaba en una de sus paginas un pensamiento que decía “si a los jóvenes se les invita a levantar un puente son pocos los que se aprestan a esa tarea constructora, pero si se les invita a destruir un puente son muchos los que contribuirían a derribarlos”, por eso hablaba de la innovación como eje fundamental en los jóvenes, ya que, a los jóvenes les gusta es construir bajo sus propios parámetros e ideas y no la de contribuir a la realización de ideas que no sean las propias esto se debe al carisma de esta etapa de la vida, donde no queremos ser soldados ni mucho menos obreros, queremos levantar nuestros propios puentes, bajo nuestra percepción de desarrollar nuestras propias ideas reformadoras, se entiende que muchos jóvenes contribuyen a la destrucción de su mismo ser y la de su entorno, y son pocos los que se prestan para contribuir a la realización de ideas conservadoras atribuidas por los adultos, esto de debe a la necesidad de querer demostrar y exponer sus habilidades, y no a que los adultos se den cuenta que ya están preparados para llevar a cabo su vocación de emprendedores.

Los adultos a veces cegados por su propio egocentrismo de creer tener el control de los conocimientos en el campo el cual se desenvolverán los jóvenes, obliga a ver ciertos parámetros que en ocasiones son conservadores y muy determinantes, no permitiendo al joven llevar a cabo su propuesta trasformadora que siempre va a llevar consigo. Los adultos deben comenzar a dar oportunidades a los jóvenes relevos a asumir cargos de dirección y mando para así remodelar este mundo que se desarrolla a una velocidad aplastante como si fuese una gran bola de nieve bajando por la pendiente de un cañón donde la salida no esta a los lados ni hacia arriba si no hacia el horizonte y la planicie, obligando a cambios verdaderamente trascendentales, donde hoy en día esta bola de nieve se manifiesta en la decadencia y empobrecimiento de valores cada vez mayor en las sociedades.

Los jóvenes también tienen deberes y responsabilidades sociales, estos viven en un constante aprendizaje, la mayoría de este se realiza en el corto y obstaculizado camino de la vida, estas enseñanzas trascienden a ciertos estímulos sociales donde los adultos en ocasiones proceden bajo una dirección ineficiente e inclusive reflejan sus propios fracasos desarrollando en ellos facultades erróneas, sin contar con los trastornos humanos que manchan en una temprana edad el desarrollo de los jóvenes perturbando sus mentes con hostigamientos, violencias y desmoralidades ajenas a los verdaderos valores que se deben inculcar en la infancia y la adolescencia para así obtener un ser integro a la sociedad.

Los jóvenes presentan un grave problema en la educación y formación de sus conocimientos, ya que, en muchos casos estos no tienen la oportunidad a una educación digna, e inclusive muchos ni siquiera tienen la oportunidad a la educación de ningún tipo y en otros casos son guiados por adultos desinteresados en su aprendizaje, no les importa enseñar incorrectamente sin importar que estos serán los que ocuparán sus puestos en un futuro y hasta aplicarán este mismo errado concepto, generando una cadena de desinterés de responsabilidad social, creando mas bien un ser egoísta y corrupto. Por tal razón se debe aplicar un socialismo humanístico, que valla más allá del interés propio trabajando para las sociedades.

Los jóvenes deben conducirse a la evaluación, recuperación y reestructuración de algunos aspectos teóricos y prácticos ensayados erróneamente por los jóvenes del ayer, llamados hoy adultos, tienen que renovar estructuras y sistemas para poder enfrentar los nuevos retos de este flamante y globalizado mundo, con una gran necesidad a cambios sostenibles y trascendentales enmarcados en la nueva historia de la humanidad, deben decidir su rumbo y escoger su camino “los hombres van en dos bandos, los que aman y fundan y los que odian y destruyen” (José Martí).

Los jóvenes guiados o no por los adultos se puede decir que tienen una gran responsabilidad, es la de completar aquellas obras inconclusas por los adultos con la posibilidad de remodelarlas, aunque también tendrán el deber y la obligación de ejecutar sus propias obras, obligados a elaborar ambas tareas, mientras el adulto deberá confiar en las capacidad de la juventud de culminar su obra, viéndose en un conjunto de bienes entre las partes involucradas que beneficiarán a la sociedad de hoy y a la venidera.

Los jóvenes deben de darle un no rotundo a la pobreza, a la corrupción, a las guerras, al maltrato infantil, al analfabetismo tecnológico, a la demagogia política y a todos aquellos flagelos que nos agobian que son como una cortina de humo color ceniza que no nos permiten visualizar un mejor mañana. Deben crear condiciones de igualdad social, equilibrio y paridad económica y ensayar aspectos de índole humanístico. La verdadera juventud socialista debe basarse bajo un mismo concepto donde todos los esfuerzos deben dirigirse a la reorganización del planeta en lo económico, ecológico y social. Detener tantas actividades bélicas que sucumben en el mundo, solo por interés de dominarse unos a otros por expresar su poder, por estar en desacuerdo con la religión que practican, por su cultura étnica, o simplemente tierras fértiles de minerales, hidrocarburos y otros materiales de valor nominal.

Si todos pertenecemos a una misma raza, a la raza humana o también llamada “terrícola”, porqué deben de existir entre nosotros fronteras, diferencias sociales y divergencias políticas, nos separan tantas cosas unos de otros que no pareciéramos venir de un mismo “dios”, o que estemos dentro de una misma esfera, esto lo debemos erradicar asumiendo una conducta magnánima universal, donde no se deben tolerar mas conflictos raciales, economías desiguales, destierros y hambrunas, destrucción del medio ambiente, crímenes de lesa humanidad y mucho menos a “héroes” universales mejores conocidos como potencias mundiales, este socialismo debe basarse en el rescate de la raza humana.


JOSÉ BETANCOURT

1 comentario: